Por Simone
¡Hola queridos todos! Estoy con un pie en la fiesta del primer año de mi angelita, pero no por eso me dejo de fijar en algunas noticias un tanto curiosas del mundo de la moda (gracias JM por el aviso de esta noticia). Y esta vez no es algo que venga de la pasarela, sino del fondo de la producción de cada una de las prendas.
Pero les pongo aquí la noticia, que no sólo está bien investigada, sino sumamente intersante. Díganme qué piensan.
EL LADO FEO DE LA MODA
http://www.elpais.com/
04/mayo/2008
Detrás del diseño de muchas prendas se esconde la explotación que sufren los trabajadores de más de 5.000 pequeños talleres en Los Ángeles. Un documental muestra su cara oculta.
Made in L. A. no es sólo la etiqueta cosida en las prendas manufacturadas en el epicentro de la costura estadounidense. También es un documental que narra lo que no se lee en esa etiqueta. La historia de tres mujeres inmigrantes, María, Lupe y Maura, que lucharon durante tres años por el reconocimiento de sus derechos como trabajadoras en la industria de la moda.
Una película que está recorriendo despachos de políticos norteamericanos, aulas de universidad y festivales de todo el mundo y que pone el dedo en la llaga de los países acomodados que tratan a los que vienen de fuera como ciudadanos de segunda categoría. En España, tras hacerse con una mención especial del jurado durante la Semana Internacional de Cine de Valladolid y el premio al mejor documental en el festival Mujeres en Dirección de Cuenca, podrá verse de nuevo el próximo viernes, dentro del programa Documenta Madrid en la Casa de América. Habrá otros cuatro pases del miércoles 14 al sábado 17.
"Muchos trabajadores no eran conscientes de que tenían derecho a un salario y a unas condiciones dignas".
Lo que Almudena Carracedo, una realizadora española afincada en Los Ángeles, comenzó como un cortometraje acabó convertido en un largo proyecto de cinco años. “Empecé siguiendo la labor de estas tres mujeres, viendo cómo cada día después de trabajar malpagadas en talleres de explotación de Los Ángeles continuaban cosiendo en sus casas. Todas lo hacían para empresas subcontratadas por Forever 21, una compañía de ropa que está creciendo a un ritmo vertiginoso en EE UU bajo el modelo de una famosa marca española con precios muy competitivos y que renueva constantemente sus propuestas de temporada. Con estas premisas no se pueden permitir el lujo de importar la producción, por eso se nutren de mano de obra barata y cercana”, cuenta en una reciente visita a Madrid junto a su productor y pareja, Robert Bahar, tras exhibir Made in L. A. en el Festival Internacional por los Derechos Humanos de París. “A principios de esta década, sólo en Los Ángeles existían más de 5.000 pequeños talleres; por tanto, la situación de sus trabajadores resultaba muy difícil de regular. Muchos ni siquiera eran conscientes de que, independientemente de que tuvieran o no sus papeles en regla, tenían el derecho a un salario mínimo y unas condiciones dignas para cualquier trabajador en EE UU”.
Lo que Almudena Carracedo, una realizadora española afincada en Los Ángeles, comenzó como un cortometraje acabó convertido en un largo proyecto de cinco años. “Empecé siguiendo la labor de estas tres mujeres, viendo cómo cada día después de trabajar malpagadas en talleres de explotación de Los Ángeles continuaban cosiendo en sus casas. Todas lo hacían para empresas subcontratadas por Forever 21, una compañía de ropa que está creciendo a un ritmo vertiginoso en EE UU bajo el modelo de una famosa marca española con precios muy competitivos y que renueva constantemente sus propuestas de temporada. Con estas premisas no se pueden permitir el lujo de importar la producción, por eso se nutren de mano de obra barata y cercana”, cuenta en una reciente visita a Madrid junto a su productor y pareja, Robert Bahar, tras exhibir Made in L. A. en el Festival Internacional por los Derechos Humanos de París. “A principios de esta década, sólo en Los Ángeles existían más de 5.000 pequeños talleres; por tanto, la situación de sus trabajadores resultaba muy difícil de regular. Muchos ni siquiera eran conscientes de que, independientemente de que tuvieran o no sus papeles en regla, tenían el derecho a un salario mínimo y unas condiciones dignas para cualquier trabajador en EE UU”.
Las protagonistas de esta historia se embarcaron entonces en una demanda reclamando “la responsabilidad moral” de estos almacenes y promovieron un boicot a sus productos. Tras un tiempo de lucha, finalmente se llegó a un acuerdo con los trabajadores. Todo esto queda reflejado en la película, que sigue de cerca la transformación personal que experimentan las tres protagonistas. “También entrevistamos a sociólogos e historiadores como Noam Chomsky o Howard Zinn, pero durante el montaje vimos que sus comentarios sobraban, que todo lo que no estuviera contado desde la perspectiva de estas tres mujeres no tenía cabida”.
A raíz de su emisión el pasado mes de septiembre en la cadena pública PBS, el documental se ha convertido en un fenómeno social en Estados Unidos.
“Su impacto llevó a que incluso cadenas tradicionalmente conservadoras, como la Fox, nos invitaran a hablar en sus programas del fenómeno de la inmigración bajo un punto de vista radicalmente diferente a su política editorial”, apunta Bahar. “Incluso hemos sabido que el senador demócrata Harry Reid pidió ver la película poco antes de la votación de una reforma en la ley de inmigración que al final fue positiva para los inmigrantes. No estamos seguros de que la película esté provocando auténticos cambios en las posturas políticas de la gente, pero al menos estamos convencidos de que hemos aportado una pieza interesante para el debate. Y también nos hemos dado cuenta de que reflejamos un modelo que se repite a lo largo del mundo de una manera casi exacta”, concluye la directora. “Como lo que está pasando con los talleres de explotación chinos en la Toscana, convertidos en uno de los principales proveedores para las grandes firmas de moda italiana. Bastaría con indagar un poco en España para saber que aquí, como en todo el mundo, convivimos con situaciones como éstas diariamente”.
Más información en www.madeinla.com y www.documentamadrid.com
siempre que en la etiqueta dice "mad ein camboya" he sospechado de las malas condiciones de trabajo... de hecho aki en mexico, la frontera con eua era tradicionalmente casa de las grandes maquiladoras pero al ver que se les empezo a exigir mejores condiciones laborales empacaron y se fueron sin importar dejar a tanta gente sin trabajo... e sindignante
este tema siempre toca una cuerda fuerta en mi ya que cuando mis padres imigraron a los e.u trabajaron en factorias ganandose menos de lo minimo. Asi que gracias por este post y por sacar el tema a la luz.
como q siempre habiamos sabido q esto pasaba, pero ahora como q muchas cosas q han cambiando la gente no ya no es como nates, ya no se deja tanto y que bueno por ellos, sobre todo q haya alguien q levante la voz por ellos! buen reportaje
hola!!
quiero mucho ver el post! que bueno!!!
muchas gracias!
muchos besos
hasta luego!
Kira
me encanto el post, tengo familia en estados unidos y estan super relacionados con todo esto y de hecho no me dejaban comprar en forever21 t_t, pero creo que hasta la moda tiene su limite
Hola!
Esto que relata el artículo en realidad no significa nada nuevo, pero sí es buenísimo que por fin todos empiecen a tomar conciencia en vez de esconder esta parte de la industria como se hacía antes. Por lo menos, No Logo ya abrió una puerta hace tiempo en la literatura, ahora le toca al cine
Un beso
Gracias por sus comentarios, efectivamente es una realidad global y es un asunto preocupante porque también estamos hablando del trabajo y la subsistencia de familias completas, así que habrá quienes, aun siendo empleados explotados, estén en contra de esta manifestación provocada por el documental... Trataré de seguir la pista de todo esto.
Simone