Piensa un poco. Un recuerdo. Un recuerdo de tu infancia. ¿No es ese olor del pastel que hacía tu mamá? ¿El tono de tu par de zapatos favoritos? ¿la voz de tu abuela regañándote? Las cosas quedan en nuestra memoria porque fueron sensaciones. Sensaciones que podemos sentir porque tenemos cinco sentidos: vista, olfato, tacto, gusto y oído.

La belleza del mundo es captada por estos sentidos. Y esa belleza puede ser tuya. No sólo pienses que la belleza se proyecta por llenar unos estándares, sino por conjugar una cantidad de reacciones y sensaciones en los demás, pero específicamente en ti.

La belleza entra por el tacto

Hemos dicho, mil y una vez, en este blog que tu piel es tu órgano más grande. Sin duda, ser capaces de sentir en toda nuestra piel (y en distintas intensidades a lo largo de nuestro cuerpo, nos da un arma para sentirnos mejor y proyectarlo. O bien, plantear una sensación en quién toca tu cabello. Checa nuestras opciones.

La belleza está en lo que ves y cómo lo ves
Sí, no sólo cómo te ven, sino en el proceso fisiológico de ver. Los colores despiertan emociones, sentimientos y reacciones hasta químicas. ¿Sabes porqué los lugares de comida rápida tienen colores fuertes? Para que no te sientas muy tranquilo y te vayas rápido después de comer.  Los colores son poderosos: porque son formas de luz. ¡Piénsalo! Y sobre todo prueba llevar el color en todos lados.




La belleza también entra por la nariz
¿Qué haríamos sin oler las cosas? Sin duda es una de nuestras sensaciones más indescriptibles. Los olores evocan objetos, flores, peligros. Hay al menos 7 gamas distintas de olores y las florales son una de ellas. ¿Creés que la belleza entra por cómo hueles? ¡Prueba más bien combinar quién eres con los aromas para llamar la atención! Checa:
¿Qué te parece? ¿Qué ideas se te ocurren para sentir y proyectar belleza por estos sentidos? ¿Te gusta la idea?