Para terminar nuestro especial de sentidos, (si no has leído nuestra edición anterior, ¡corre! está acá), tenemos una reflexión sobre el gusto y el olfato.

Los cinco sentidos nos los enseñan desde muy pequeños. Pero a veces no reflexionamos las sensaciones que éstos nos pueden traer y además, lo que significa en ti y en los demás compartir esas sensaciones.

El gusto

¿Te acuerdas de esa receta de tu madre o abuela que no puedes replicar? Esa receta que lleva un sabor que justo no sabemos qué ingrediente era la que le dabe ese gusto tan particular y que se nos ha quedado como un recuerdo. Prueba hacerle detalles a tus amigos de una cena, de un postre. Eso es inolvidable. ¿Pero a ti misma? ¿Cómo te consientes? ¿Qué tal probar productos que mientras hacen su trabajo te dan un sabor que te alegra? ¿O bien que evocan sabores frutales? ¿Dulces? ¿Qué más se te ocurre?

Finalmente, los sonidos. ¿Has pensado en como recuerdas el taconeo de tu mamá cuando entraba la casa? Esos detalles son memorables y despiertan sonrisas. O has pensado que las canciones que oímos en la radio evocan momentos, personas y diferentes experiencias. La música y los sonidos no sólo son bellos en el momento que los experimentamos, sino que trascienden. ¿Has pensado que puedes incorporar esto en tu estilo? ¿Tu manera de caminar? ¿Sabes cuáles son tus sonidos? Checa.