
Si de la ausencia naciera el amor, habría una buena explicación para entender por qué, cuando no había un Saks Fifth Avenue en la Ciudad de México, nos encantaba y, ahora que lo tenemos, simplemente ¡¡¡está vacío!!!
Le he buscado varias explicaciones a este fenómeno. Aunque siempre supuse que esta tienda tendría un reto gigante compitiendo con una tienda no solo lujosa y variada, sino entrañable entre muchos mexicanos, como lo es El Palacio de Hierro, honestamente nunca me hubiera imaginado este escenario tan poco popular para una tienda tan prestigiosa y glamorosa como es Saks. He aquí una de mis teorías de por que no ha funcionado la lujosísima Saks:
- Saks es más bonito en USA: Parece de risa, pero es un hecho. Uno de los factores que definitivamente hacen que Saks no haya pegado como se esperaba entre los mexicanos, es que su tienda no es lo bonita que suelen ser sus sucursales en Estados Unidos. Vamos, hasta el de Houston es más bonito.
Por otro lado, el concepto no es completamente idéntico. No existe el restaurant ni el bar. Además de ser completamente falso que se consigue exactamente lo mismo que allá. Basta recordar la edición limitada del lipstick conmemorativo de Grace Kelly hecho por Estée Lauder que sólo se vendía en Saks Fifth Avenue y que en México jamás se vendió.
El Saks de aquí, desafortunadamente se ve con un mobiliario nuevo en un edificio que apenas sí recibió una mano de gato muy elemental. La escalera eléctrica sigue siendo la misma de ¡Sears!
2. El Palacio de Hierro es… ¡¡¡un Palacio!!! No sólo es la diversidad de objetos que hay en esta tienda, la apuesta arquitectónica que comenzó con Moliére
222 y Javier Sordo, han hecho que sus nuevas tiendas, hagan honor a su nombre. ¿Cómo olvidar el espléndido edificio con acabado de hierro que hay en Puebla, cómo olvidar la nave de vidrio que hicieron en el árido Monterrey y cómo dejar de poner atención al edificio tan elegante y tan pulido que está planeado para Guadalajara?
2. El Palacio de Hierro es… ¡¡¡un Palacio!!! No sólo es la diversidad de objetos que hay en esta tienda, la apuesta arquitectónica que comenzó con Moliére

Por otro lado, El Palacio se rodeó de los mejores desde hace años, no sólo vendiendo sus productos, sino abriendo boutiques muy bien acondicionadas dentro de sus espacios. Uno de los máximos logros es sin duda Perisur, que concentra a Hermés, Dior, Chanel, Carolina Herrera, Louis Vuitton, y Cartier, entre otros. Todos estos gigantes, hacen que pensar en El Palacio de Hierro sea un verdadero top of mind del lujo, del placer de comprar y de la ilusión de entrar en un cuento de hadas, con Palacio incluido.
3. Saks se ve mejor en NYC y El Palacio se ve mejor en México. Lejos de ser reaccionario, con los hechos antes descritos, parece que Saks tiene mucha más dignidad cuando se trata de entrar a alguna de sus sucursales americanas. Y El Palacio de Hierro definitivamente está hecho a la medida de los consumidores mexicanos. Con proyectos arquitectónicos de verdadero diseño pensado en cada plaza, con espacios limpios, cálidos y llenos de glamour en cada metro cuadrado.
Nuestro Saks se ve como el ¡Hola! mexicano; es decir, sí es casi igual, pero el casi es un mundo de diferencias para todos los observadores y puristas de los detalles. L@s adict@s al ¡Hola!, saben de qué hablo.
Los puntos que rescatamos de “nuestro” Saks, sin duda son los Manolos, los Loubutin, Fendi, Narciso Rodriguez, el Bond No. 9 entre otros goodies que, definitivamente no hay en El Palacio.
Y como quiera que sea, como dice mi amiga Toushka, más glamour y menos hambre.
3. Saks se ve mejor en NYC y El Palacio se ve mejor en México. Lejos de ser reaccionario, con los hechos antes descritos, parece que Saks tiene mucha más dignidad cuando se trata de entrar a alguna de sus sucursales americanas. Y El Palacio de Hierro definitivamente está hecho a la medida de los consumidores mexicanos. Con proyectos arquitectónicos de verdadero diseño pensado en cada plaza, con espacios limpios, cálidos y llenos de glamour en cada metro cuadrado.
Nuestro Saks se ve como el ¡Hola! mexicano; es decir, sí es casi igual, pero el casi es un mundo de diferencias para todos los observadores y puristas de los detalles. L@s adict@s al ¡Hola!, saben de qué hablo.
Los puntos que rescatamos de “nuestro” Saks, sin duda son los Manolos, los Loubutin, Fendi, Narciso Rodriguez, el Bond No. 9 entre otros goodies que, definitivamente no hay en El Palacio.
Y como quiera que sea, como dice mi amiga Toushka, más glamour y menos hambre.